ERA NECESARIO...??

¿Cansado de las secuelas? ¿Te aburren las precuelas? ¿O detestas las adaptaciones absurdas? Esta sección tiene el propósito (bueno, la sección no, sino yo mismo, que para algo soy el que escribe) de analizar si las continuaciones, remakes, o lo que se os ocurra consiguen aportar algo al original, o simplemente, si, tal y como reza el título, era necesario el esfuerzo ...

jueves, 15 de marzo de 2007

JAY Y BOB EL SILENCIOSO CONTRAATACAN


Siguiendo con la línea marcada en este número por hablar de primeras veces, aquí vamos a analizar qué tal resultó el debut como protagonistas de estos dos elementos sociales llamados Jay y Bob el Silencioso, aunque antes de entrar en materia, y para los despistados e ignorantes que no los conozcáis, os diré de quien se trata.

Todo empieza cuando al gran Kevin Smith (es el único director que puede hacer, desde mi punto de vista, lo que le dé la puta gana, que lo hace bien, ya sea la comedia más salvaje, hasta la peli más pastelona, da igual, lo que hace, le queda de vicio). Bueno, a lo que iba, que a este tipo, en su primera película, “Clerks”, se le ocurrió crear a un par de personajes secundarios brutales, un par de colgaos que se pasan la vida apoyados en la pared de la tienducha en la que transcurre toda la peli. Deciros que “Clerks” significa empleado, y que la historia cuenta un día en la vida de un par de estos currantes.

Lo que importa, y lo que sirve para entender por qué hablo de esta película, es que en las siguientes obras del director, estos dos colgaos siempre salen más o menos tiempo. Tanto en “Mallrats” (lo único bueno que ha hecho Shannon Doherty, la Brenda de “Sensación de vivir”, ha sido confiar en KS), en “Persiguiendo a Amy”, en “Dogma” (Alannis Morrisette de Dios, es que es genial), y en la reciente y absolutamente imprescindible “Clerks II”, éstos dos contribuyen a perfeccionar cada una de las historias que nos ofrece este puto genio.

Pues dicho ésto, y por primera vez, en “Jay y Bob El silencioso Contraatacan” protagonizan toda la cinta, y a poco que conozcáis cómo se las gastan, podréis haceros una idea de la que pueden llegar a liar.


Si no conocéis a los personajes, tenéis que saber que se tratan de dos atrapaos de mucho cuidado. Jay combina perfectamente momentos de autismo absoluto, y a continuación es capaz de entrar en el mayor frenesí, ya sea por una canción de su inseparable cassette (tíos, son los noventa, ¿vale? no había casi cd’s), o por que alguien se atreve a pasar por delante de ellos. Y qué deciros de Bob, ¿no os dice nada su apodo de El silencioso?, pues eso, un tío que se pasa el 99 % de la película callado, mirando, y asintiendo ante las rajadas de Jay, pero ojito, que en cuanto su piquito se abre, vuestros oídos se llenaran de la mejor filosofía, y de la razón más absoluta. No podréis más que ver, oír, y callar. Palabra de Bob.

Lógicamente, si en las pelis en que hacen de secundarios, ya la pintan demasiado, y sus apariciones sirven para redondear aún más la historia, qué se puede extraer de casi cien minutos de locuras propias. Durante toda la cinta, el director monta las situaciones más surrealistas que se han visto en mucho tiempo, al tiempo que hace una crítica mezclada con inteligencia y sarcasmo de absolutamente toda la industria cinematográfica, desde las obras consagradas como “Star Wars” (ojito al final, y que conste que él mismo es un fan inconmensurable de la primera trilogía) hasta llegar a sus propias películas, considerándolas como tonterías y pelis que a nadie le interesaría ver.

Otra cosa que hace de este tío algo sobresaliente es que trabaja con sus amigos, y ese buen rollo les sirve a todos, tanto director como actores, para poder reírse todos de todos, y no crear mal ambiente. Y si no que se le pregunten a Ben Afleck y a Matt Damon.

La película está planteada como la típica historia que habla sobre el propio mundo del cine, lo que los intelectuales de turno llamarían “metacine”, el cine que habla del cine (y si no lo hacen los intelectuales, pues ya lo hago yo, que para eso escribo). El argumento trata de que Hollywood se dispone a hacer una película sobre un cómic que está basado directamente en los propios Jay Y Bob, pero claro, éstos no tenían ni idea de que se querían enriquecer a su costa, así que se lían de tal manera, que acaban pirándose desde Nueva Jersey (localización típica de las pelis de KS) hasta la mismísima meca del cine, para sabotear el rodaje.

Y no os quiero contar más para que lo vayáis descubriendo por vosotros solitos. Eso sí, plantearos la cinta como lo que es, una película de coñas, algunas buenas y otras mejores, pero es simplemente eso, una comedia salvaje y de rayadas, en la que no vais a encontrar mensajes metafísicos ni soluciones filosóficas. Pero es que el cine se trata de eso, de cumplir con lo que se ofrece, ni más ni menos. Y al fin y al cabo, eso es la zinefagia.

Sobre si era necesario darles un mayor protagonismo a estos dos, pues se lo han currado, tanto hacer de secundarios, pues ya era hora de que tuviesen su recompensa. La peli no pasará a la historia, gustará a los fans de KS, y a los que sepan lo que están viendo. Está claro que no llega a la altura de sus mejores películas, pero es que lo bueno es que el propio director lo sabe, y la hizo con esa idea, de hacer un producto para divertirse, y gracias a Dios (no, a Alannis no) nos divertimos todos.

P.d.: Bob el Silencioso es el propio Kevin Smith, que hay que decíroslo todo…
Snoochy Boochy a todos